Otros tiempos


Laura y adredista 1
En estos tiempos es imprescindible saber leer y escribir para encontrar un trabajo y para defenderse en la vida. Si la sociedad te considera ignorante te cierra muchas posibilidades. Mamá nos motivaba de muchas maneras para ser buenos estudiantes y para ser comprensivos con los que no pudieron ir a la escuela. Nos ponía el ejemplo de Marina, una joven que llegó a nuestra casa para ayudar en las tareas domésticas.
Marina se había criado en un pueblo de Soria y no había ido nunca a la escuela. Sus padres eran pastores de ovejas y cabras y vivían en una cabaña casi todo el año. Marina tuvo una infancia feliz aunque apenas se relacionaba con otros niños de su edad. Si alguien llegaba a la cabaña solía esconderse y observar qué hacía y lo que hablaba con sus padres. Poco a poco se acercaba a los visitantes y terminaba siempre relacionándose bien con ellos.
Así transcurrió su infancia, bastante feliz, pero sin jugar con otros niños ni pasar por la escuela, pues sus padres no tenían posibilidades. Desde joven ayudó en las faenas de sus padres y terminó siendo una gran pastora.
Cuando cumplió los 25 años ya no era tan feliz como de niña y buscaba la forma de marcharse a la ciudad. Sus padres aceptaron con algo de pena y con algunos miedos los deseos de Marina. En la ciudad se colocó con facilidad limpiando en dos casas, una la nuestra.
No tuvo dificultad en el trabajo, ni en relación con las personas, sólo le preocupaba no saber leer ni escribir. La otra casa que limpiaba Marina era la de Clara, que la recibió encantada, igual que su marido y los tres hijos, que se criaban muy felices. Clara sintió pena por ella al descubrir que Marina nunca había ido a la escuela y con los libros de su hijo mayor decidió enseñarle a leer y escribir.
Marina aprendió muy deprisa y cada día que pasaba se sentía más feliz, no sólo por haber encontrado una familia que la quiere sino porque se iba manejando sola por la gran ciudad. Una pena le viene con frecuencia a la cabeza: “¿Cómo estarán mis padres en la cabaña?”, piensa.

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