El hermano de Molly

 
Víctor
Molly está un poco harta de su hermano Curro. Cuida de su tía y antes cuidó de su padre. Su tía se cayó y se partió la cadera. Ahora tiene que andar con muletas y con compañía, siempre la compañía de Molly.
Pero la tía tiene mucha voluntad y se recorre la acera de su casa tres veces o cuatro cada día, eso sí, de la mano de su sobrina.
Pero el verdadero problema de Molly es su hermano Curro, un desastre de hermano que se ha pasado más de la mitad de su vida echado, y de la otra mitad nunca se acuerda.
Curro, cuando se levanta de la cama olvida que tiene que medicarse y se pone a beber, cambia las pastillas por el vino, que lo aprendió de su padre, que también pimplaba y sus hijos le conocieron siempre con la media tajá.
Curro las lía pardas cuando se pone a fumar porros y a beber. Es cuando pierde el control de verdad y termina en el cuartel. Se pone muy agresivo y sus víctimas son siempre la familia.
Menos Molly, que Molly siempre supo manejarle en los momentos más críticos. Su otro hermano, sin embargo, ha recibido de Curro más de una paliza y hasta pedradas en las ventanas, ahora que vive en otra casa.
Su tía, la de la cadera rota, tampoco se libra de los ataques de Curro, le ha tirado hasta las naranjas de los árboles. Por eso que la vieja no le puede ni ver. Y Molly tiene que hacer la comida de su hermano a escondidas. Menos mal que la casa tiene dos puertas y la pobre se va manejando para evitar los malos encuentros, que son todos.
La última vez, Curro amenazó a la tía con un cuchillo porque ella había contratado al otro hermano para trabajar en el monte y no se lo había propuesto a él. En realidad, Curro no ha trabajado nunca, ni quiere, pero no puede ver que otros sí lo hagan.
Molly hace lo que puede para poner paz, y solo consigue que Curro se tire de la cama si le da dinero.
Pero el problema, ya lo veis, es que Curro con dinero es un peligro. Y terminará en el cuartel o algo peor.
Por eso digo que Molly está ya un poco harta. Y, por cierto, cada día peor de su lumbalgia, que esa es otra.

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