Iñaki
Tierra
de nadie,
tierra
de caminos,
tierra
fértil.
Caras
nuevas, voces nuevas,
comida
novedosa y abundante,
la
misma hipocresía.
Despido
el año
con
el corazón renovado,
despido
el año
con
un abrazo al mundo:
abrazo
al Nuevo Año.
Amanece
el
más bello crepúsculo,
atardece
entre
hojas secas
y
en el anochecer,
un
frío cariñoso.
Andando
estoy
el
camino que me queda,
¿pero
dónde me encuentro?
Un
grito de libertad,
un
grito de vida,
un
grito de felicidad,
gritar...
merece
la pena gritar
la
propia felicidad
y
gritar
¡somos
felices!
Porque
te quiero tanto,
porque
pienso que te quiero tanto,
porque
ni te vería si no te quisiera.
Ellos
no ven
lo
que hay que ver,
pero
yo no estoy ciego
y
veo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario