Víctor
Que
sepáis que yo estoy en silla de ruedas porque me operaron de los
pies y me dejaron peor.
Antes
andaba con muletas. Tenía un poco torcidos los pies, pero caminaba.
Aunque me caía algunas veces.
David
y yo compartíamos colegio, el INRI (Instituto Nacional de
Rehabilitación de Inválidos). Si alguna vez me caía y David me
veía, acercaba su silla, yo me agarraba y volvía a ponerme de pie.
Y todavía David procuraba alcanzar mis muletas, las ponía en mis
manos y yo volvía a caminar.
Cuando
decidí que me operaba, David no quería.
–No
te operes, que los cirujanos son unos carniceros –me decía.
David
casi nunca se ha equivocado al tomar decisiones.
Después
de la operación, todavía estuve un año en el INRI, pero ya en
silla de ruedas, como David.
Hacíamos
carreras David, José Carlos y yo. Siempre ganaba David, pero nos
reíamos mucho los tres. Fueron buenos años.
Ahora
David es un tipo muy independiente, pero siempre que lo necesito,
está dispuesto a echarme una mano. Cuando mi depre de hace unos
años, David me acompañaba todas las noches, hasta que se me pasaba
el miedo a la oscuridad y podía dormir.
También
iban Gabriel y Conchi a verme. Pero David es como mi hermano, me
observa desde lejos y, si necesito algo, siempre viene en mi socorro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario