Especimen

Estrella
Se llama Juan y es tal espécimen humano que hay que echarle de comer aparte.
Esta mañana, cuando sonó el despertador, lo apagó dándole un manotazo y maldiciendo: “¡Joder! ¡Joder! ¡Otro día que hay que trabajar! ¡Menuda mierda!” Se dirige hacia el baño para asearse, y al mirarse al espejo exclama: “¡Vaya engaño de crema rejuvenecedora de efecto lifting que me di anoche! ¡Si cada día me veo más cara de pasa!”
Se dispone a lavarse los dientes con un cepillo eléctrico que le ha regalado su hermana Petri con motivo de su cuarenta cumpleaños. Le pone la pasta y, al darle al botón, esta sale disparada contra el espejo. Y Juan maldice: “¡Menuda mierda de invento de pacotilla!” Se sube sobre la báscula y la manecilla se dispara hasta los seis más de los ochenta que ya tenía a pesar de no medir más de uno sesenta.
Juan vive en una décima planta y entra en el ascensor para bajar al garaje y coger el coche para irse a trabajar, con tan mala suerte que en la séptima planta se avería. Le da al botón de alarma y la espera para que venga el portero a rescatarle se le hace eterna. Le empiezan a sudar las manos y a faltarle el aire. Por fin es rescatado, pero en vez de dar las gracias al que se ha molestado, le recrimina por su tardanza.
Coge el vehículo y, por las prisas, al dar marcha atrás le da al coche de su vecino, el cual está dentro leyendo el periódico y esperando que su señora acabe de pintarse. El vecino sale del coche para ver los daños y Juan, en vez de disculparse, le dice que no es para tanto y que se quite de en medio porque él tiene mucha prisa.
Sale del garaje y, cuando lleva un rato conduciendo, ve que hay un gran atasco por delante. Y empieza a desesperarse porque sabe que no va a llegar a tiempo a su trabajo. Cuando el tráfico empieza a normalizarle sale disparado y se salta el primer semáforo que se encuentra. Como sigue a toda leche, casi pilla al policía que le ha dado el alto para la multa.
Pero Juan no está dispuesto a reconocer su falta. Le dice al policía que no paga y que le lleve a juicio si le viene en gana.
El caso es que el resto del día tampoco le fue mejor y que sus días se parecen demasiado unos a otros, no hay mucho más que contar.

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