Sentada del 17 de diciembre de 2009

DEPRIMIDO
Víctor



Tengo miedo a la habitación
porque allí me quedo solo,
¿es tan difícil de entender eso?
Las sombras de la depresión
son caprichosas,
mi cabeza no puede controlarlas,
¿es tan difícil de entender eso?
El miedo me acorrala
desde la mañana a la nuche
y no me atrevo a dormir
porque tengo miedo
¿es tan difícil de entender eso?
No se me ocurre nada
para defenderme del miedo,
estoy acorralado,
¿es tan difícil de entender eso?
Quisiera vivir mejor,
con música, con compañía,
no tengo miedo
en este taller de escritura,
aquí, ahora,
pero necesito que alguien
me lave las manos,
¿es tan difícil de entender eso?
Quiero que me lavéis las manos.


PELIGRO, BICI
Peva
Yo, como soy una persona muy simpática, siempre he recibido algún que otro regalito a lo largo de mi vida. Como no todos los regalos son acertados, aprendí muy pronto a poner cara de entusiasmo, incluso cuando me regalaron un crucifijo y la medalla de la virgen, chapados en oro, que no digo donde terminaron porque un símbolo no tiene la culpa del poco juicio de sus adeptos. Pero resulta que estas navidades mi hermana Gelito, que siempre acertó conmigo, me amenaza con pedir a los Reyes de Oriente una bicicleta para mí. No se le ha ocurrido nada más indicado para una pc, y que además es espástica –el que todavía no sepa lo que hace la espástica con una pc que consulte las páginas amarillas. Lleva todo el otoño detrás de mí para convencerme, y me amenaza nada menos que con una bici de última generación, pedazo de bici. Mi hermana conoce mi debilidad por las frases bien sonoras, como esta de la última generación: si todavía pensará que me iba a conformar con la bici de Bahamontes. Me puse a indagar por ParqueSur y me he llevado el disgusto de mi vida: he descubierto que también hay bicis para nosotros, los minus, los cojos. Ya no duermo, tengo pesadillas con la bici que he visto en una de esas tiendas. Es una bicicleta estática y tú, o sea, yo, nada más que tienes que poner los pies en los pedales. Como por arte de magia, los pedales comienzan a moverse a la velocidad que tú decidas, si es que cometiste la imprudencia de subirte al artilugio y lo has hecho, además, con la mala intención de dejarte sorprender por su sabiduría. Es lo que tiene la ciencia y los avances tecnológicos, que son tan osados que quieren enseñarnos a los cojos a estar sentados. Estos de la última generación deben de pensar que con la silla de ruedas eléctrica no teníamos suficiente: necesitábamos también una bici para no movernos del sitio. Ya te vale, hermana. Si lo que digo yo, dentro de poco a los humanos nos meten un ordenador en la cabeza para que no tengamos ni que pensar, está a punto de comenzar la era de los robotitos. Qué peligro que tiene esa bici.









MINIATURAS V
Iñaki




Mujeres
que me prohíben querer,
cariños
que no se apagan,
caminos
con muchas dudas,
mujeres
que quiero desnudar,
la vida
desnuda y sin prejuicios,
con juicio
y con cariño.

Oídos sordos
y narices contaminadas
y ojos con alucinaciones
y dedos sucios
y lenguas viperinas
y trabajan con la lengua,
sentidos varios
sin ningún sentido,
sólo con la lengua
trabajan
sin juicio ni sentido.

Colega, que me ayudaste
a cargar con mi amargura
y la vida sigue,
la tuya y la mía, más liviana.

Sexo escrito,
sexo voceado,
sexo escondido,
al fin y al cabo
simple cariño,
escrito, gritado,
pero prohibido
por incomprendido,
voces, cuerpos, faldas, tetas...
soy ciego, no veo,
pero tengo corazón.

¡Socorro! Amo ¡¡Socorro!!
Y lo escribo
porque no lo puedo decir
¡¡¡Socorro!!!