Fértiles vacaciones

Isa
Con cinco años fui dos veces a Santander, a una pensión, con toda mi familia. Era verano y el agua del mar estaba muy fría. Íbamos de vacaciones desde Madrid. Mi padre me llevaba al practicante a las cinco de la tarde y siempre me decía, porque había una tienda de animales con escaparate cerca de la consulta : "Si no lloras, te compro el animal que más te guste".
Llegamos un día al practicante, me pinchó y no lloré. Cuando volvimos a pasar por la tienda, mi padre se hizo el tonto, pero yo se lo recordé : "Papá, ¿no me dijiste que me ibas a comprar un animal ?" -"Sí", me tuvo que reconocer. Me gustó un ratón blanco que estaba dentro de una jaula de madera, y le dije : "Quiero ese". Me lo compró y nos fuimos con la jaula a la pensión.
Abrió la puerta mi hermano pequeño, que tenía tres años, y me preguntó qué llevaba escondido a la espalda. Le contesté que no llevaba nada y él se echó a llorar. Entonces le enseñé la jaula y el enano, envidioso, le pidió a mi padre que fuese a comprar otro para él.
Mi padre terminó yendo por otro ratón y ahora teníamos una jaula cada uno. Mientras estuvimos allí no había problemas. Pero las vacaciones se terminaban y un viaje con dos jaulas era demasiado equipaje. Los ratones tuvieron que apretarse un poco.
Mi madre había tirado las jaulas y, cuando llegamos a Madrid, los metió en un cubo grande, azul, y aquella era la casa de los ratones. Al mes aquel cubo estaba lleno de ratones. Lo nuevos tenían un color muy feo, como de carne oscura, y los ojos no los abrían. Pero a los quince días ya tenían pelo blanco. Mi madre se ocupaba de dar de comer a toda aquella tribu, que no paraba de crecer en número. Aquellos ratones parían todavía más que los conejos, parían muchísimo.
Hasta que mi madre se hartó y le dijo a mi padre que se llevase aquel rebaño al laboratorio donde trabajaba, que allí podrían ser más útiles a los científicos para sus experimentos. Y este fue el final de mi familia de ratones y el verdadero final de mis vacaciones. Nunca tuve vacaciones más fértiles.

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