HeavyMetalFui, pero no me bañe en el mar Cantábrico.
A los chicos que nos asistían, en Santander, los ponía nerviosos, yo voy a mi bola.
Se me estaba haciendo muy pesada esta semana de vacaciones, soy un tipo raro.
Me decían: “Hueles mal”, y me cortaba tanto que no decía nada.
No era mi ambiente, aunque yo lo respeto. Lo mío es otra cosa, estaba muy vigilado.
Por lo menos subí hasta los Picos de Europa.
La mayoría de los asistentes me llamaban Montera.
A ese tal Ionel Danciu, rumano, le dije: “Por donde me muevo yo, hay muchas rumanas”.
Desde entonces, los asistentes empezaron a llamarme Montera.
Nunca llegaba al baño, me meaba antes, tenía la vejiga fría o yo que sé.
Ahora, después de cenar, me quiero ir a Montera, aunque ya anochece muy pronto.
Montera es mi ambiente, ni vacaciones ni ocho cuartos.
Es bastante arriesgada la noche, lo voy a intentar. La última vez, un par de mujeres me quitaron 15 Euros.
Arriba, en el piso. Eran dos, cómo las iba a dar un puñetazo. Son capaces de dejarme tirado allí, en el piso.
Ellas mismas me bajaron. Si las llego a tocar, allí me quedo. Eran dos chicas jovencitas.
Me dice un compañero que, si llego a denunciarlas, me devuelven el dinero.
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