Sofocón

ElHaevyMetal
Cómo estaba Genoveva, la muy zorra, con sus 19 años. Su novio, que también la acompañaba a Lourdes, pillaba unos mosqueos de la ostia. Pues yo le echaba unas miradas a la Veva que me quedaba pasmao. A Lourdes no fui a rezar, como es natural. Los cuatros días, de jueves a domingo, engordando el ojo. Lo único que valía la pena eran las chicas que nos cuidaban, el día 6 vuelvo a verlas a todas en la Almudena de Madrid. La ciudad de Lourdes, en Francia, fuimos en autobús. Me servia la comida una chica, cómo estaba, se llamaba, no recuerdo muy bien pero tenia un culo que no puedo olvidar. La procesión de las antorchas, por la noche, todos con una velita. Y todas las mañanas, misa. El día que tocaba en la gruta, te helaste de frío. Sí que daba miedo pasar por allí, tenías que estar en un silencio de cojones. La iglesia subterránea tiene una cuesta de cojones también, ideal para que los cojos salgamos corriendo. Me llevaba el novio de Genoveva, que es un poco cabrón. Bien sabe Dios que lo tenía hasta en la sopa, pero yo prefería a Genoveva. Íbamos al pueblo, que estaba cerca del hospital, a tomar café. Y todo lleno de tiendas con objetos de regalo, es un negocio redondo. No compré nada, tampoco me interesaba nada de lo que allí había. A Genoveva y las chicas las habíamos traído nosotros.

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