Nada es lo que parece

Isa y adredista 6
Era un matrimonio que le había tocado la lotería. La mujer, todos los días se iba de compras; su marido también, pero por separado. Eso hacía creer el marido a la mujer, pero él no se iba sólo de compras. El matrimonio tenía cuatro hijos: dos hijas y dos hijos que ya se habían casado y trabajaban todos. La mujer se compraba abrigos de visón y diamantes. El marido aparentaba ser un roñica y un agarrado; y se dedicaba a coleccionar coches deportivos y de lujo porque le gustaban mucho. Se compró cinco coches y una autocaravana. De todo ello, nada la dijo a la mujer. La mujer se hizo la liposucción y se quedó muy delgada. También se hizo la cirugía estética y se quedó muy bella; parecía una modelo con su pecho recién operado. Bastó que saliera a la calle dispuesta a tragarse el mundo, para que prontísimo se le acercara un Porsche con los vidrios ahumados. El ocupante bajó el cristal sólo lo suficiente para que se le vieran los ojos. A pesar de la voz fingida, pudo reconocer a su marido que le decía:
—Respetable señorita, ¿sería usted tan amable de hacerme saber a cuánto asciende el importe de sus muy dignos servicios?

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