Evolución

MaryMar
Los humanos venimos del mono y por eso que nos duelen las manos. Por lo menos, a mí. Tanto hablar de cerebro y tonterías, y sólo tenemos las manos para todo. Y las orejas, que por eso nos duelen también, y por supuesto, las piernas. ¿A dónde iríamos sin piernas ? O sea, sin las ruedas de la silla. A los cojos también nos duelen las piernas, y esta es la paradoja, pero tenemos la ventaja de las ruedas, que son las que nos llevan a ParqueSur, y esas sí que no nos duelen. Del mono hemos heredado más cosas que las manos o las orejas o las piernas. También hemos heredado de ellos las caídas de los árboles. ¿Cómo, si no, aprenderíamos lo que sabemos si no nos diéramos esas trompadas que nos damos ? Los pecados de la cabeza son los más corrientes entre nosotros. Casi todas las guerras, por ejemplo, tienen ahí su origen. La ambición y la avaricia son una maldición para los que serán bombardeados, lo mismo que la soberbia y el orgullo hacen que huyan los amigos. Otra herencia del mono es el despioje. Los humanos esto lo hacemos con entusiasmo y alegría. Vale decir que yo misma he ayudado a escribir a muchos compañeros, aunque ahora mismo ya no puedo escribir y otros me ayudan. Pero he quitado muchos más piojos. Hasta he ayudado a lavarse los dientes a muchos que ya no podían apretar el tubo del dentífrico. ¿Qué ha ocurrido ? Pues que me he cambiado de centro hace poco y me quedé sin amigos. Hoy por hoy, aquí en el CAMF de Leganés soy como la mona en el zoo, vivo en una jaula y nadie me quita los piojos, de momento. ¿Quedó claro que los humanos venimos del mono ?

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